Hola soy Silvia, fisioterapeuta e instructora de pilates. Una de mis especialidades es la fisioterapia del suelo pélvico, por eso he querido que en mi primer blog hablemos sobre ello, porque considero que todavía es un tema desconocido, incluso diría que tabú, aunque ya empieza a resonar y a generar inquietudes en la población.
Os explicaré qué es el suelo pélvico, las principales disfunciones que nos podemos encontrar, los tratamientos en fisioterapia que realizo en consulta, algunos tips de prevención y autocuidado y la importancia de la fisioterapia del suelo pélvico en diferentes etapas de la vida de la mujer.
¡Aprovecho para daros la bienvenida a mi nuevo espacio en silviamoves!
¿Qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que se encuentran en la base de la pelvis. Estos músculos forman una especie de hamaca o plataforma que sostiene los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero (en mujeres) y el recto. Aunque a menudo no pensamos en él, el suelo pélvico desempeña un papel crucial en funciones como la continencia urinaria y fecal, el soporte de los órganos pélvicos y la función sexual.
Para entender mejor el suelo pélvico, es importante conocer su anatomía detallada. El suelo pélvico está compuesto por varias capas de músculos y tejido conectivo que se superponen y trabajan en conjunto. Las tres capas principales incluyen:
- Capa superficial: Esta capa incluye los músculos bulbocavernoso y isquiocavernoso, que son importantes para la función sexual, y el músculo transverso superficial del perineo, que proporciona soporte adicional.
- Capa media: La capa media está formada por el músculo transverso profundo del perineo y el esfínter externo de la uretra, que es crucial para la continencia urinaria.
- Capa profunda: La capa más profunda incluye los músculos elevadores del ano, que son el pubococcígeo, iliococcígeo y puborectal. Estos músculos forman la mayor parte del soporte estructural del suelo pélvico.
Funciones del suelo pélvico
El suelo pélvico tiene varias funciones esenciales que van más allá del simple soporte de los órganos pélvicos. Estas funciones incluyen:
- Soporte: Mantiene la vejiga, el útero y el recto en su posición correcta.
- Continencia urinaria y fecal: Los músculos del suelo pélvico controlan la apertura y cierre de la uretra y el ano.
- Función sexual: Los músculos del suelo pélvico contribuyen a la sensación y la respuesta sexual.
- Estabilidad pélvica y postural: Trabaja en conjunto con los músculos abdominales y de la espalda para mantener la estabilidad del tronco y la postura correcta.
El papel del diafragma y el abdomen
El suelo pélvico no trabaja de forma aislada. Está intrínsecamente conectado con el diafragma y la musculatura abdominal, concretamente con el transverso del abdomen. Juntos, estos grupos musculares forman el llamado “sistema de presión intraabdominal,” que es esencial para la estabilidad del tronco y la gestión de la presión interna durante actividades como levantar peso, toser o defecar. La coordinación entre el diafragma (el músculo principal de la respiración), el transverso del abdomen y el suelo pélvico es vital para mantener la salud y funcionalidad de estos sistemas.
Principales disfunciones del suelo pélvico
Las disfunciones del suelo pélvico son más comunes de lo que se piensa y pueden afectar a personas de todas las edades y estilos de vida. Algunas de las principales disfunciones incluyen:
- Incontinencia urinaria: La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Puede ocurrir al toser, estornudar, reír o hacer ejercicio, y es más común en mujeres que han dado a luz, personas mayores y atletas de alto rendimiento. La incontinencia urinaria puede ser de esfuerzo (se produce cuando los músculos del suelo pélvico no pueden soportar el aumento de la presión intraabdominal durante actividades como toser o levantar objetos pesados), de urgencia (caracterizada por una necesidad repentina e intensa de orinar, a menudo acompañada por una pérdida involuntaria de orina) o mixta (combina síntomas de incontinencia de esfuerzo y de urgencia).
- Prolapso de órganos pélvicos: El prolapso ocurre cuando los músculos del suelo pélvico están debilitados y no pueden sostener adecuadamente los órganos pélvicos, provocando que estos se desplacen hacia la vagina. Puede afectar al útero, la vejiga o el recto, causando una sensación de pesadez, incomodidad o incluso un bulto que se puede palpar.
- Disfunciones sexuales: Las disfunciones sexuales pueden incluir dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), dificultad para alcanzar el orgasmo o una disminución de la sensación. Estas disfunciones pueden estar relacionadas con el tono muscular del suelo pélvico, ya sea por un exceso de tensión o una debilidad muscular.
- Incontinencia fecal: La incontinencia fecal es la pérdida de control sobre la evacuación de heces, y puede ser causada por daños en los músculos del suelo pélvico, el esfínter anal o los nervios que controlan estos músculos. Esta condición puede ser muy angustiante y afectar significativamente la calidad de vida.
Principales tratamientos en fisioterapia
La fisioterapia del suelo pélvico es una especialidad dedicada a evaluar y tratar las disfunciones del suelo pélvico mediante técnicas no invasivas. A continuación, se presentan algunos de los principales tratamientos:
- Ejercicios de Kegel: Los ejercicios de Kegel son fundamentales en la rehabilitación del suelo pélvico. Consisten en la contracción y relajación repetitiva de los músculos del suelo pélvico. Estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos y mejorar el control urinario y fecal.
- Biofeedback: El biofeedback es una técnica que utiliza dispositivos electrónicos para medir y mostrar la actividad muscular del suelo pélvico. Esto ayuda a las pacientes a tomar conciencia de sus músculos y a mejorar la eficacia de los ejercicios de fortalecimiento.
- Electroestimulación: La electroestimulación implica el uso de corrientes eléctricas de baja intensidad para estimular los músculos del suelo pélvico. Esto puede ser especialmente útil para pacientes que tienen dificultades para contraer estos músculos por sí mismos. Se pueden utilizar electrodos vaginales o anales para aplicar las corrientes eléctricas. Las sesiones suelen durar entre 20 y 30 minutos y se realizan varias veces a la semana.
- Terapia manual La terapia manual son técnicas de masaje y movilización de los tejidos del suelo pélvico para aliviar la tensión, mejorar la circulación y reducir el dolor. Se incluye el masaje miofascial, la movilización de tejidos blandos y la liberación de puntos gatillo. Estas técnicas deben ser realizadas por un fisioterapeuta especializado.
- Indiba: la Indiba es una tecnología de radiofrecuencia que consigue acelerar la regeneración celular y mejorar la circulación sanguínea. Al aplicarla en el suelo pélvico, conseguimos reducir la inflamación, aumentar la producción de colágeno y elastina y mejorar la firmeza del tejido. Todo esto facilita la recuperación del suelo pélvico de manera segura y efectiva.
- Educación y reentrenamiento vesical: Educar a las pacientes sobre el funcionamiento del suelo pélvico y los hábitos de micción saludables es una parte crucial del tratamiento. El reentrenamiento vesical ayuda a establecer patrones de micción más saludables y a reducir la urgencia y la frecuencia urinaria. Incluir la programación de horarios para orinar, evitar ciertos irritantes de la vejiga como la cafeína y los alimentos picantes, y aprender técnicas de relajación para controlar la urgencia.
- Ejercicio terapéutico: El ejercicio terapéutico es el que prescribe el fisioterapeuta con el objetivo mejorar la fuerza muscular y así fortalecer el suelo pélvico y toda la musculara implicada. Aquí se incluyen los hipopresivos, el pilates y el ejercicio funcional terapéutico.
Prevención y autocuidado
Prevenir las disfunciones del suelo pélvico es tan importante como tratarlas. Aquí hay algunas estrategias para mantener un suelo pélvico saludable a lo largo de la vida:
- Ejercicio regular
- Mantener un peso saludable
- Evitar el estreñimiento
- Manejar el estrés
- Practicar buenos hábitos posturales
Importancia de la fisioterapia del suelo pélvico en diferentes etapas de la vida
Fisioterapia del suelo pélvico durante el embarazo y posparto: Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta cambios significativos que pueden afectar el suelo pélvico. La fisioterapia puede ayudar a:
- Preparación para el parto: Enseñar ejercicios y técnicas de respiración que pueden facilitar el trabajo de parto.
- Recuperación posparto: Ayudar a restaurar la fuerza y la función del suelo pélvico después del parto, previniendo problemas como la incontinencia y el prolapso.
Fisioterapia del suelo pélvico en la menopausia: La menopausia puede traer cambios hormonales que afectan el suelo pélvico. La fisioterapia puede ser útil para:
- Mejorar la elasticidad y la función muscular: A través de ejercicios específicos y la aplicación de radiofrecuencia Indiba.
- Tratar la incontinencia y el prolapso: Mediante técnicas de fortalecimiento muscula.
Fisioterapia del suelo pélvico en la tercera edad: Con la edad, los músculos del suelo pélvico pueden debilitarse. La fisioterapia puede ayudar a:
- Mantener la función muscular: A través de ejercicios regulares y tratamientos específicos.
- Prevenir caídas y mejorar la movilidad: Fortaleciendo el suelo pélvico y el transverso abdominal, lo que puede mejorar la estabilidad general.
Conclusión
La fisioterapia del suelo pélvico es una herramienta poderosa para abordar y prevenir las disfunciones pélvicas que afectan a tantas mujeres en diversas etapas de la vida. Desde la incontinencia urinaria hasta el prolapso de órganos, pasando por las disfunciones sexuales, la fisioterapia ofrece soluciones efectivas y no invasivas. Al conocer y cuidar tu suelo pélvico, puedes mejorar significativamente tu calidad de vida y bienestar general.
Si tienes alguna preocupación o síntomas relacionados con el suelo pélvico, no dudes en consultar a un fisioterapeuta especializado. ¡Tu salud y bienestar están en tus manos!
